El viento sopla a lo lejos.
la luz muere en la distancia, se pierde en la oscuridad.
Sombras y lamentos
de gente que no ha muerto.
La mano fragil sujeta aquel rosario,
cuatro velas iluminan el alma
la choza humilde, la gente viene y va
el aguacero empieza y se sienten humedos hasta los huesos.
El alma busca consuelo en el silencio,
el cuerpo inerte, en la oscuridad de la noche fria
las ultimas letanias
el ultimo llanto, es la noche
y el deseo de seguir soñando.
Un nuevo mundo se desvela ante nuestros ojos y la inquientante busqueda del ser humano nos ha traido aqui. En un principio era solo esto lo unico que el hombre podia crear... poesia
Itobanto... el hombre hecho poesia.
En algun lugar del mundo... no importa donde este la palabra surge y el viento se vuelve complice, se escapa en veloz carrera al enorme abismo de la conciencia, aqui estamos una vez mas, en algun lugar del mundo oculto entre millones de palabras viviendo... soñando.