Poema para enamorar.

Bastara con mirar mis ojos para que cierres los tuyos
y abras tus oidos
tu alma escuchara mi verso
y descansara en mis brazos mientras te aruyo

Dedicatoria.

Gracias Dios por permitirme vivir para realizar todos mis sueños, te dedico mi vida entera mi señor.

Dedico todo mi esfuerzo a mis padres, gracias a Ustedes jamás me di por vencido. Gracias por haber estado allí con migo, cada día, cada noche en vela, en cada logro y en cada fracaso, sin ustedes esto no sería posible.

Gracias a mi Padre, por ser ejemplo a seguir de un buen hombre, por haberme enseñado que sin caídas no hay victorias.

Gracias a mi madre, por haberme dado el carácter que necesitaba para lograr que este sueño se hiciera realidad. Mamá… ¡¡si se pudo!!

A mi linda Esposa, Trini eres lo mejor que me paso en la vida, ¡Que hubiese sido de mi, sin ti! Este logro no es mío, es nuestro. Y a veces fue mas tuyo que mio. Gracias por estar a mi lado y haberme tenido la paciencia necesaria, ¡Por fin mi amor! Despues de 6 años, al fin nuestra recompensa.

A mis hijos, Mili y Yuyo, han sido inspiración y alegría, los quiero con todo mi corazón y siempre estaré allí para ustedes.

A mi Querido Profesor, el ISC Mauricio Arturo Reyes Hernández, por haber hecho posible que mis locas ideas tuvieran un sentido, gracias maestro por ser guía y consejero en todo este proceso.

El sueño del hombre

Es como la mar en calma

Es el ave que vuela y canta.

Es el amanecer, es la dicha

Es el deseo de vivir con un sentido.

E.E.E.

La ultima vela.

El viento sopla a lo lejos.
la luz muere en la distancia, se pierde en la oscuridad.
Sombras y lamentos
de gente que no ha muerto.

La mano fragil sujeta aquel rosario,
cuatro velas iluminan el alma
la choza humilde, la gente viene y va
el aguacero empieza y se sienten humedos hasta los huesos.

El alma busca consuelo en el silencio,
el cuerpo inerte, en la oscuridad de la noche fria
las ultimas letanias
el ultimo llanto, es la noche
y el deseo de seguir soñando.

La noche que empeze de nuevo.

Era casi la media noche,
el viento caminaba de prisa
era tarde ya
y el ultimo segundo de la hora
agonizaba al compas de mi corazon.

Afuera la soledad eterna de las horas;
adentro el terror frustrante del silencio;
la hoja en blanco y el deseo de empezar de nuevo.

El ave vuela, la luna observa.

Por la tarde cuando el ultimo rayo de sol parece morir
cuando el viento arrecia su caminar
las ultimas olas se vuelve inquietas, el mar duerme
las pisadas de hombres en la arena, las redes
eleva al cielo el ultimo vuelo, aquel ave.

A lo lejos las olas, en mar susurra palabras de amor
el vai-ven de la hamaca, la silueta femenina... la calma,
es de tarde y el ultimo deseo escapa en veloz carrera
el ultimo rayo de sol se deja ver al horizonte,
la luna crece majestuosa, mira al ave que eleva el canto junto a sus alas
es la tarde amada, la tarde del ocaso, de la llama, del amor en la nada.

En la arena pisadas, que se borran con la ultima marejada
huellas de hombre, las redes, la barca y en una triste y solitaria palapa
la silueta de la mujer amada.

Los sueños vuelan en una noche que empieza a ser estrellada
la barca se ha ido, la luna observa la silueta del amante perdido entre la nada
La noche es larga y los peces salen a admirarla
junto a ella el viento acaricia suavemente su piel y luego escapa
se le ha visto llorar en la playa, el mar le susurra palabras de amor
el ave vuela el silencio acaba.

Julio A. Uscanga.

El hombre... el chontal

En algun pueblito, en algun jacal
El hombre... el chontal
Da un beso a la piel morena
Y entre cantos de animales
se dirige a trabajar.

La mañana es todavia fresca, el sol empieza a despertar
cantan las aves, a lo lejos el viento sopla y arrecia su caminar
El hombre... el chontal hecha al hombro su morral
Se abre paso en la hojarasca, se abre paso al acahualt.

Sus manos ya cansadas sostienen su machete
su corazon late de brisa, el hombre... el chontal
su siembra, el maizal; su tierra su hogar,
las aves juegan y se van
el canta y la vida empieza, el hombre... aquel chontal.

Itobanto, cuando la luz del sol se impone a la oscuridad
la tierra canta al son de aquel compas
el rocio de la mañana humedece la piel morena
es su trabajo, ese es su hogar de tierra vino y a tierra irá.

El joven, el niño que corria por estos campos
la luz del amanecer desvela los primeros recuerdos
El hombre... el chontal, itobanto cuando la luz del sol
cuando ya no es un niño, cuando ya no sueña como aquel joven
El hombre... el chontal, itobanto la piel morena.

El hombre, del polvo eres y al polvo iras
Ha dejado su machete, hoy ¡Por fin descansara!
El niño, el joven... El hombre, el chontal
Itobanto, cuando el alma reclama, cuando el viento sopla y se va.

Por el amanecer, en aquel pueblito en aquel lugar
En aquella milpa de aquel acahualt
El hombre... el chontal de tierra vino
y a la tierra ira, itobanto cuando la luz del alba
ilumina su caminar.

¿Que es poesia?

¿Que es poesia? El escritor balbucea y a veces hasta se arrepiente, da vuelta y retoma el lapiz para empezar de nuevo. La hoja rayada; señal de que algo salio mal, ahora se ha vuelto su enemiga, se niega a nacer; pero dentro en su corazon algo late con fuerza y pide a gritos ver la luz.

¿Que es poesia? La pregunta, el suspenso y la eterna dicha de seguir viviendo.